GRACIAS
Preciosa la poesía de SUSI y su comentario al presentarla. Ese es el objetivo de este blog tan nuestro: que deis rienda suelta a vuestra imaginación; que pongáis lo que se os ocurra; lo que os guste, lo que os llame la atención; que habléis de vuestras experiencias y sobretodo que sigamos en contacto y compartiendo cositas. JUANA, es verdad que a veces la página tarda mucho en cargarse pero no desesperes porque finalmente lo hace con éxito, es una cuestión del servidor. Gracias también a LUISMI, ese desconocido que nos ha enviado un comentario al artículo de Susi; me agrada saber que nos ven desde fuera y que lo escrito ha motivado a esas personas a ponerse en contacto con nosotros y darnos su opinión. Hemos vivido una serie de experiencias, en distintos pueblos de España, en etapas de nuestra existencia donde todo lo que veíamos y sentíamos se ha quedado grabado a fuego en nuestras mentes. Son recuerdos felices donde se habla tan solo de pasada de las penurias de aquellos días y donde se refleja especialmente la felicidad de la unión en familia, del tiempo compartido con ellos, de la solidaridad que había en los pueblos y de sus gentes. Eso es lo que se ha querido dejar reflejado en esos artículos. Los tiempos han cambiado; ahora todos vamos con prisas, sobretodo los que vivimos en las grandes ciudades, en los pueblos sigue siendo otra historia aunque ahora, como en el mío, ya no se viva del ganado y sí de la construcción; el oportunismo de los constructores ante el proyecto de una autovía (la famosa M-501, Carretera de los Pantanos) que hará que el trayecto sea más cómodo y menos largo. También hará que haya menos accidentes, cosa que también se debe tener en cuenta. Pero sobretodo hará que muchos que jamás pensaron dedicarse a la construcción terminen llenándose los bolsillos y haciéndose de oro. Aún así se sigue disfrutando de la familia. Mi hijo no recordará las siembras, ni como se cuida al ganado, ni como se ordeña una vaca de forma manual (ahora todo es con maquinaria), o como pare una oveja aunque esto afortunadamente si que lo ha llegado a ver. Pero recordará los veranos compartidos con sus tíos y abuelos que viven al lado nuestro; las fiestas familiares casi a diario donde en el verano casi todos vamos a parar a la piscina entre bromas a base de empujones; las barbacoas que ahora se llaman así y parecen estar de moda pero que siempre han existido en esas salidas al campo de las que hemos hablado en artículos anteriores; la libertad y la tranquilidad que sigue dando estar en un pueblo donde debido a tanta construcción comenzamos ya a compartir y a convivir con un montón de emigrantes que se han integrado perfectamente en esa vida casi rural. Hay gente aquí que seguramente ha nacido y vivido toda su vida en Madrid. Yo personalmente me muero porque nos escriban algo sobre como vivieron su niñez en esta ciudad donde ahora todos vivimos. Un recuerdo desde la nostalgia y el cariño de la familia que les rodeaba y de sus vivencias. Y si alguien más nos lee que se anime también a hablarnos de su niñez. Por cierto mi pueblo se llama La Adrada. Se encuentra en la provincia de Ávila, en pleno Valle del Tietar.
Aprovecho la ocasión para dar las gracias a ese desconocido que nos lee y decirle que nos sentimos muy orgullosos de que le haya gustado el blog. Un beso para todos.
1 comentario
Juani -
A los que nos leen vaya nuestro agradecimiento y sean bien venidos a nuestro blog; aunque no estén de acuerdo en algo.
Un beso. Juani.